Arroyo de las Picadas
El arroyo de las Picadas era una cloaca a cielo abierto donde algunas industrias e incluso colectores de aguas residuales municipales vertían sus efluentes. La basura se acumulaba en su cauce donde las ratas corrían entre colchones, botellas, frigoríficos viejos, etc.
La insalubridad de lugar no impidió que a menos de dos metros de su cauce se instalase el nuevo recinto ferial. Tuvimos que avisar a los ciudadanos para que teniendo en cuenta las condiciones del lugar, hiciesen uso de algún tipo de repelente, pues era más que probable que existiesen mosquitos en la zona y que con las luces de la feria sin duda aprovecharían para saciar su sed en los alegres vecinos. El primer día de la feria un medio de comunicación se hacía eco de lo manifestado por algún asistente al ferial que refería haber sido picado por mosquitos.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana que era la principal responsable, por desidia, del estado que presentaba el Arroyo, al fin, ha acometido su adecentamiento y ha convertido la zona en un lugar muy agradable para pasear o practicar deporte.
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