Ago
25
2015
La fábrica de grasas sigue generando problemas graves.
Un caso que puede ser considerado como paradigmático de los resultados a los que llevan una incorrecta aplicación de las normas junto a una apatía cómplice de algunas administraciones.
Obstrucción del colector
La fábrica de grasas situada en el polígono industrial no ha dejado de producir molestias y generar problemas medioambientales desde el mismo día de su puesta en funcionamiento. Por cierto que inició su actividad sin las exigibles autorizaciones medioambientales.
Tenemos que retrotraernos a junio de 2011, que fue cuando la Junta de Extremadura presentó a exposición pública el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto. La Plataforma remitió alegaciones, mostrando su negativa a que la industria se instalara en ese lugar, y alegando que desde su puesta en macha, sin la exigible Autorización Ambiental Unificada (AAU), había generado multitud de quejas.
La Dirección General de Medioambiente (DGMA) de la Junta de Extremadura, desestimó las alegaciones de la Plataforma, arguyendo que se habían tomado medidas técnicas para evitar los problemas denunciados por la Plataforma.
Así, por RESOLUCIÓN de 12 de septiembre de 2011, de la DGMA concede la AAU.
El Ayuntamiento de Almendralejo tiene una especial responsabilidad de la situación actual, pues no solamente no puso ninguna objeción a la instalación de la industria, sino que la AAU, manifiesta:
"El Ayuntamiento de Almendralejo con fecha de 5 de octubre de 2010, y de 10 de agosto de 2011 aporta informes urbanísticos, siendo el informe urbanístico que acredita la compatibilidad de las instalaciones con el planeamiento urbanístico de fecha de 28 de junio de 2011..."
La grasa lo ensucia todo
"El Ayuntamiento de Almendralejo ha considerado que el sistema de depuración propuesto por el Titular de la AAU es suficiente para el cumplimiento de la normativa municipal de vertidos,..."
Tenemos que recordar que en julio de 2012, quizás por la insistencia de la Plataforma, la Dirección General de Medio Ambiente impuso una sanción a la industria de 1000€.
Una sanción de esta cuantía no sólo no cumple con el objetivo de disuadir a los infractores, bien al contrario, fomenta la infracción ante la sensación de impunidad y del ahorro que puede suponer para el trasgresor. Esta hipótesis queda demostrada cuando en la inspección que funcionarios de la Junta Extremadura realizaron a las instalaciones, se pudo comprobar que “se habían llevado a cabo en el complejo industrial la construcción y puesta en funcionamiento de nuevas instalaciones que no han sido autorizadas por la Dirección General de Medioambiente.”
Han sido varias las inspecciones que la Junta ha realizado a la industria, y en todas ellas ha comprobado múltiples infracciones e irregularidades.
A todo esto se ha venido a sumar que el 19 de agosto de 2015, la Plataforma tuvo ocasión de comprobar que se ha producido una rotura en el colector de evacuación de la industria, lo que ha hecho que la grasa se haya esparcido por todo el “camino del Escambrón”, llenándolo de grasa mezclada con agua y emitiendo un hedor insoportable.
La Plataforma no tiene noticias, a pesar de haber solicitado información, de que ni la Junta de Extremadura ni el Ayuntamiento de Almendralejo hayan tomado medidas para que la industria paralice su actividad hasta que se hayan corregido todas las deficiencias detectadas, pues está claro que las inspecciones no sirven a tal fin
Los miembros de la Plataforma esperan que las administraciones no sigan haciendo dejación de su responsabilidad, que no se escuden en la falta de competencia, y que colaboren para revolver un problema que ellos crearon por su apatía y falta de rigor profesional.
25 de agosto de 2015
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